Red Eléctrica inicia el tendido del cable submarino de interconexión entre la península Ibérica y las Baleares

Red Eléctrica ha iniciado hoy el tendido del cable submarino para la interconexión eléctrica entre la península Ibérica y las Islas Baleares (proyecto Rómulo). El barco Giulio Verne ha comenzado la instalación del primero de los tres cables submarinos que componen la interconexión en la bahía de Santa Ponsa (Mallorca), unas tareas que continuarán los próximos días en alta mar hasta su llegada a Sagunto (Valencia), donde el cable se conectará con el sistema eléctrico peninsular.

Este enlace eléctrico permitirá mejorar la calidad de suministro de Mallorca e integrar la isla en el mercado eléctrico ibérico, lo que supondrá un ahorro de costes para todo el sistema eléctrico español. Además, garantizará la fiabilidad del suministro ante el constante aumento del consumo en las islas.

El enlace eléctrico entre la Península y Baleares constará de tres cables de 237 kilómetros cada uno que alcanzarán una profundidad máxima de 1.485 metros bajo el nivel del mar. La interconexión funcionará en corriente continua, de manera que ha sido necesaria la construcción de una estación conversora en cada uno de sus extremos para transformarla en corriente alterna, que es la que utilizan los sistemas eléctricos de la Península y Baleares.

Para el tendido del cable, el Giulio Verne está equipado con un sistema de posicionamiento dinámico, lo que le permite seguir la trayectoria establecida con exactitud y permanecer inmóvil cuando las condiciones del mar exijan la detención de los trabajos. Estos dispositivos son importantes, ya que el tendido de cada uno de los tres cables se hace de una sola vez, es decir, sin necesidad de realizar empalmes.

Al iniciar las labores de instalación del circuito, el barco se sitúa a 500 metros de la costa y comienza a soltar el cable, que se aloja en el lecho marino con la ayuda de un vehículo de control remoto capaz de realizar pequeños ajustes. Una vez que se alcanza la orilla opuesta, el barco suelta el cable restante para que un equipo de submarinistas lo coloque en el fondo marino con la ayuda de flotadores y barcas auxiliares.

Tras el tendido de los tres cables eléctricos y el cable de fibra óptica para garantizar las comunicaciones, Red Eléctrica iniciará un periodo de pruebas previo a la puesta en servicio de la línea, prevista para este mismo año.

El proyecto Rómulo ha buscado en todo momento respetar al máximo el medioambiente. Por este motivo, en profundidades inferiores a los 800 metros, los cables submarinos estarán protegidos por debajo del lecho marino en una zanja de un metro. Además, en estas zonas se ha elegido de manera especial el trazado de los cables y su sistema de protección, en atención a las praderas de posidonia oceánica, una especie vegetal endémica del Mediterráneo y protegida a nivel europeo, para garantizar su conservación.