Inelfe, empresa participada a partes iguales por las empresas gestoras de la red de transporte eléctrico de España y de Francia, Red Eléctrica de España y Réseau de Transport d’Électricité (RTE), respectivamente, ha organizado en Bruselas un encuentro con proveedores de cables HVDC y estaciones conversoras y de perforaciones horizontales dirigidas.
Celebrado entre los días 16 a 19 de abril, su objetivo ha sido explicar el alcance del proyecto de interconexión entre España y Francia por el golfo de Vizcaya e intercambiar información sobre la mejor manera de ejecutarlo (tecnología, materiales, procedimientos de ejecución, etc.).
Durante la jornada de apertura Eva Pagán, presidenta de Inelfe y directora general de Transporte de Red Eléctrica, explicó la importancia y las razones por las que se pone en marcha este proyecto. Por su parte, los responsables de su ejecución explicaron tanto los datos específicos, como los estudios realizados o en curso. A lo largo de los días siguientes representantes de alrededor de una docena de empresas se han reunido con técnicos de Inelfe pertenecientes a las plantillas de Red Eléctrica y Réseau de Transport d'Électricité para intercambiar información sobre aspectos técnológicos y logísticos, así como sobre los desafíos que supone la construcción de esta infraestructura.
Los proveedores mostraron su interés por esta infraestructura y agradecieron la celebración de un encuentro de estas características tanto por haberse realizado en una fase temprana del proyecto como por el talante abierto de la empresa para atender sus opiniones y consideraciones. El proyecto se encuentra en la actualidad en fase de elaboración de las especificaciones técnicas tras el proceso de participación pública llevado a cabo en los últimos meses.
El proyecto
El enlace eléctrico entre España y Francia por el golfo de Vizcaya tendrá una longitud de 370 kilómetros y estará compuesto por cuatro cables, dos por cada enlace, en corriente continua con una capacidad de transporte de 2x1.000 MW. La longitud del tramo submarino será de 280 kilómetros aproximadamente, mientras que el tramo terrestre será de 10 kilómetros en España y de 80 en Francia.
Será la primera interconexión submarina entre los dos países que permitirá aumentar la capacidad de intercambio desde los 2.800 megavatios (MW) actuales hasta los 5.000 MW, incrementando así la seguridad, la estabilidad y la calidad del suministro eléctrico entre los dos países y también con el resto de Europa. Con un presupuesto aproximado de 1.750 millones de euros y una fecha de finalización prevista en el 2025, fue declarada Proyecto de Interés Común por la Comisión Europea y el Parlamento Europeo en octubre del 2013.
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