Gestión de riesgos

Redeia tiene establecido un Sistema de Gestión Integral de Riesgos con el fin de facilitar el cumplimiento de las estrategias y objetivos de la compañía, asegurando que los riesgos que pudieran afectar a los mismos sean identificados, analizados, evaluados, gestionados y controlados de forma sistemática, con criterios uniformes y dentro del nivel de riesgo aceptable aprobado por el Consejo de Administración.

En esa línea, Redeia lleva a cabo de forma periódica análisis de sensibilidad para monitorizar la posible evolución de las principales variables que pudieran impactar en el cumplimiento del Plan Estratégico, tanto aquellas de carácter financiero, como tipos de interés, inflación etc., así como otras más operativas.

El Sistema de gestión se desarrolla de acuerdo con el estándar ISO 31000, sobre los principios y directrices en la gestión de riesgos y tiene un carácter integral y continuo, consolidándose dicha gestión por unidad de negocio, filial y áreas de soporte en el ámbito corporativo.

Gestión y control de riesgos: Estructura organizativa y responsabilidades

Gestión y control de riesgos: Estructura organizativa y responsabilidades

Redeia dispone de una Política de Gestión Integral de Riesgos, y un Procedimiento general de gestión y control integral de riesgos, basados en el Marco Integrado de Gestión de Riesgos Corporativos COSO ERM Enterprise Risk Management.

Política de gestión integral de riesgos

El Consejo de Administración tiene la responsabilidad de aprobación de la Política de Gestión Integral de los Riesgos, así como el conocimiento y seguimiento periódico de los sistemas de control interno, prevención e información. Dos veces al año, el Consejo procede a la revisión del sistema de control de riesgos y de los riesgos relevantes, sin perjuicio de la información que recibe regularmente de la Comisión de Auditoría en el marco del seguimiento que ésta lleva a cabo de forma permanente.

Consulta nuestra política de gestión integral de riesgos - PDF, 205 KB

Riesgos emergentes

El Sistema de Gestión de Riesgos de Redeia también analiza de forma particular aquellos riesgos considerados como emergentes, es decir, bien aquellos riesgos nuevos cuyo origen difiere de los riesgos tradicionalmente gestionados, o bien aquellos ya existentes e identificados, pero que en el medio o largo plazo pueden experimentar cambios muy significativos por el alcance de estos o por un cambio considerable en sus consecuencias. Estos riesgos se estima que podrían llegar a tener posibles impactos para la organización, pero, dada su naturaleza, son difíciles de predecir, estimar y valorar, y su horizonte temporal es incierto.

La diferencia principal de los riesgos emergentes en relación con los restantes riesgos de la organización se encuentra, por su propia naturaleza, en el proceso de identificación, evaluación y medición de estos riesgos. Los impactos de los riesgos emergentes son difíciles de estimar y cuantificar, por lo que no se considera un proceso de medición en términos de probabilidad e impacto. Por otra parte, se considera un horizonte temporal para los riesgos emergentes a partir del utilizado para la medición de los riesgos tradicionales o más allá del horizonte temporal del plan estratégico vigente.

Riesgos asociados al cambio climático

Los riesgos asociados al cambio climático comprenden tanto los riesgos físicos asociados a las modificaciones de los parámetros climáticos (que pueden afectar directamente a las instalaciones o que pueden afectar a los servicios que presta Redeia) como los riesgos de transición (asociados a otros cambios que implica la lucha contra el cambio climático, entre otros: regulatorios, tecnológicos, de mercado y reputacionales).

Para mejorar la gestión de los riesgos asociados al cambio climático, en el año 2018, Redeia comenzó a trabajar en la implementación de las recomendaciones de la Task Force on Climate related Financial Disclosures (TCFD). Desde esa fecha se han ido realizando actuaciones clave para el desarrollo y mejora de dicha implementación, tales como la revisión del modelo de gobernanza, el desarrollo de una metodología específica para su identificación, priorización y cuantificación económica, considerando distintos escenarios y horizontes, revisiones de metodologías o ampliación del análisis a los negocios en Latinoamérica y telecomunicaciones.